Uno de los momentos más molestos cuando uno obra en compañía del silencio es notar cómo alguien intenta abrir la puerta girando el picaporte.
Gracias al cielo, existen cerrojos que te cubren por dentro. Pero no existe ningún método de aviso para que el que entra al baño confirme que, realmente, hay alguien dentro. Salvo el socorrido grito de “ocupaaado”, claro está.
Un sistema como el de los aviones o trenes, que visualiza con luces si el cubículo está libre, podría popularizarse. Pero mucho más barato y universal sería este pomo escamoteable diseñado por Arnaud Lapierre en su estudio de Los Ángeles, que permite, además de la función de bloqueo, dar un aviso visual e inequívoco de que toca esperar.
El pomo de la puerta utiliza un innovador sistema de polea que hace que la manilla en el exterior se introduzca en un hueco interior cuando se tira desde dentro, impidiendo que nadie toque el pomo para meter prisa.
Lástima que no tenga un temporizador digital para indicar cuándo tiempo queda para que el usuario salga…
Ideal para oficinas multitudinarias, discotecas con exceso de aforo y hasta para los que tienen niños en casa sin sentido de la oportunidad o de los límites personales (ustedes nos entienden).
Posibilidades de comercialización: 100%, aunque habrá que ver el ratio de niños encerrados accidentalmente que cosecha..
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