Entre los pasajeros sobrevivientes figuraban 10 rusos, 10 americanos, 10 alemanes, 10 japoneses y 1 mexicano. Optaron por quedarse dentro del avión para evitar los peligros que sabían había en plena selva, pero pasaron tres días y como estaban lejos de toda civilización, se acabó la Comida. Así que se reunieron dejando al mexicano en un rincón:
- ¿Y ahora, qué hacemos si ya no hay comida? – deliberaban.
- ¡Ya sé! – dice un japonés: vamos a mandal a alguien a jungla pala que consiga alimentos.
- Queeeeeeeeé, estás lokovich? – dice un ruso – Allá afuerra hay fierras salvajes…
A uno de los gringos se le ocurre otra idea:
- Mi saberrr, vamos a mandarr al mexicanou ……el siempre ganarr en los chistes, es hora que tocarlei algo también…..
Así que todos van con el mexicano y le dicen:
- Mira, el consejo te nombró como representante para que vayas a conseguir alimento para todos.
- ¿Yo? ¡Pero si sólo traigo esta navaja!
- Y nos vas a dejar esa navaja, pues tenemos que cortar y preparar lo que caces. Así que el mexicano sale del avión, agarra un pedazo de madera y les deja la navaja.
Acto seguido se va por la selva. Pasan varias horas y no regresa. De repente, se asoman todos por las ventanillas y ven al mexicano corriendo hecho la madre perseguido por un enorme león. Todos están de acuerdo que por más que odien al mexicano, no lo pueden dejar morir, así que se ponen cerca de la puerta para abrirla en el último segundo….. ..y así lo hacen. Vieneel mexicano hecho la madre, se acerca al avión, los de adentro abren la puerta, el mexicano, en vez de entrar, se agacha en el mismo instante en el que el león da un salto, cayendo éste dentro del avión. El mexicano se levanta, cierra la puerta en chinga y les grita:
- Bueno, ahí váyanlo pelando cabrones… ¡que voy por otro!
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