1. EL DIARIO DE ELLA.
El sábado por la noche lo encontré raro.
Habíamos quedado en encontrarnos en un bar para tomar una copa.
Estuve toda la tarde de compras con unas amigas y pensé que era culpa mía porque
llegué con un poco de retraso a mi cita, pero él no hizo ningún comentario.
La conversación no era muy animada, así que le propuse ir a un lugar más íntimo
para poder charlar más tranquilamente.
Fuimos a un restaurante y él se seguía portando de forma extraña.
Estaba como ausente. Intenté que se animara y empecé a pensar si sería por culpa
mía o por cualquier otra cosa. Le pregunté y me dijo que no tenía que ver conmigo.
Pero no me quedé muy convencida.
En el camino para casa, en el coche, le dije que lo quería mucho y él se limitó a
pasarme el brazo por los hombros, sin contestarme.
No sé cómo explicar su actitud, porque no me dijo que él también me quería, no dijo nada
y yo estaba cada vez más preocupada.
Llegamos por fin a casa y en ese momento pensé que quería dejarme.
Por eso, intenté hacerle hablar, pero encendió la tele y se puso a mirarla con aire distante,
como haciéndome ver que todo había terminado entre nosotros.
Por fin desistí y le dije que me iba a la cama. Más o menos diez minutos más tarde, él vino
también y, para mi sorpresa, correspondió a mis caricias e hicimos el amor. Pero seguía teniendo
un aire distraído. Después quise afrontar la situación, hablar con él cuanto antes, pero se quedó dormido.
Empecé a llorar y lloré hasta quedarme adormecida. Ya no sé qué hacer. Estoy casi segura de
que sus pensamientos están con otra.
Mi vida es un auténtico desastre.
2. EL DIARIO DE ÉL
Hoy perdió la selección.
Al menos tuve sexo.
Lo peor es que existen este tipo de parejas.
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