Para lograr esta hazaña fueron necesarios vehículos, cohetes y módulos lunares, a parte del equipo humano. Como suele pasar, la presencia del hombre en la Luna dejó su huella en el satélite y, junto a la maquinaria que quedó allí, también quedaron otras cosas más pequeñas y personales que aún reposan sobre la superficie lunar. Desde recuerdos familiares a pelotas de golf, todo a miles de kilómetros de nuestro planeta.
El retrato de la familia de Charles Duke
Los astronautas del Apolo 16 (1972) tienen el récord de permanencia sobre la superficie de la Luna hasta el momento. Charles Duke y John Young hicieron tres salidas durante las casi 72 horas que el módulo lunar estuvo sobre la superficie. Fue durante una de esas salidas cuando Charles dejó una fotografía de su familia protegida por una funda plástica. La firmaron todos los miembros y detrás escribió: “esta es la familia del astronauta Duke del planeta Tierra. También dejó una medalla conmemorativa de las Fuerzas Aéreas, que en 1972 celebraban su 25º aniversario.
Las pelotas de golf de Allan Shepard
El 5 de febrero de 1971 el comandante del Apolo 14, Alan B. Shepard Jr. ponía sus pies sobre la superficie lunar mientras pronunciaba: “ha sido un largo viaje, pero aquí estamos”. Caminó por la Luna durante 9 horas y, además, se convirtió en el primer hombre en jugar al golf en el satélite. Con su Hierro 6 especialmente preparado para poderlo usar con los gruesos guantes, Shepard le dio a una pelota que según dijo “se alejó millas y millas”.
El astronauta caído
El astronauta caído es una pequeña escultura de aluminio del autor belga Paul Van Hoeydonck. Fue dejada en la luna por la tripulación del Apolo 15 en 1971 para honrar a los astronautas fallecidos. Junto a la figura hay una placa que muestra los nombres, ordenados alfabéticamente, de ocho astronautas y seis cosmonautas fallecidos en misiones espaciales o durante entrenamientos. Esta es la única obra de arte realizada con el propósito de permanecer en la Luna.
Cinco retrorreflectores
Entre 1969 y 1971 y como parte del experimento Laser Ranging Retro-Reflector, los astronautas de las misiones Apolo 11, 14, y 15 dejaron retrorreflectores en la Luna. Este objeto refleja la luz, independientmente de su ángulo de incidencia, de vuelta hacia la fuente. El objetivo era el de medir con precisión la distancia a la que, en un momento determinado, se encuentra la Luna de la Tierra. Un experimento que continúa hoy en activo.
Pero estos no son los únicos retrorreflectores sobre la Luna. Y no solo los norteamericanos fueron los únicos en ponerlos sobre ella, también lo hicieron las misiones soviéticas no tripuladas Lunokhod 1 y 2.
Seis banderas de Estados Unidos
Ver un astronauta clavando una bandera de Estados Unidos es todo un icono; un símbolo de la historia espacial. Y no solo ocurrió una vez, sino que lo hicieron hasta seis veces en seis misiones Apolo diferentes.
La onda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA han confirmado recientemente que las banderas siguen asidas a su mástil. Todas menos la que clavó el Apolo 11 que no se sabe si sigue en su sitio porque el LRO no pudo revelarlo. Lo que sí es probable es que después de 40 años las banderas estén, como poco, descoloridas.
Tres Lunar Rover de la NASA
El diseño del Rover Lunar es uno de los más excepcionales pero también uno de los más caros. En octubre de 1969, el Marshall Space Flight Center firmó un contrato de 19 millones de dólares con la compañía Boeing para el desarrollo y entrega de cuatro vehículos aunque a la Luna sólo llegarían a ir tres. Volaron con los Apolo 15, 16 y 17.
La velocidad máxima de estos vehículos era de 14 km/h , pero los astronautas Young y Duke del Apolo 16 establecieron un “Récord de Velocidad Lunar” cuando alcanzaron los 17 km/h al ir cuesta abajo en su viaje de regreso al Módulo Lunar.
Dos vehículos robotizados Lunojod
Otros dos vehículos soviéticos, el Lunojod 1 y el Lunojod 2, también reposan en la Luna desde que acabaron sus misiones en 1971 y 1973 respectivamente. El Lunojod 1 se convirtió así en el primer vehículo lunar de la historia. Su misión consistía en explorar las propiedades del suelo lunar y la radiación cósmica en la Luna, y fue diseñado para recorrerla y enviar a nuestro planeta imágenes y datos de su superficie. Estos vehículos han sido, hasta el momento, los dos únicos laboratorios móviles automáticos que han explorado el satélite guiados por control remoto, hasta que en 1997 se envió la Mars Pathfinder.
El Lunojod 2, remodelado y mejorado, alunizó el 15 de enero de 1973. Después se creó el Lunojod 3 y, aunque fue diseñado y construido, nunca llegó a ser enviado a la Luna.
La insignia de plata del astronauta Alan Bean
Alan Bean dejó su insignia de plata de la NASA. Conseguir esta insignia significa que el astronauta ha completado su formación pero todavía no ha ido al espacio, para los que está reservada la insignia de oro. Bean había llevado la de plata durante seis años y esta iba a ser su primera misión al espacio, por lo que obtendría después la exclusiva insignia de oro a la vuelta. Des este modo llevó su insignia de plata y la arrojó a un cráter. Cuando le preguntaron por ella, contestó: “¿Había un sitio mejor para dejarla que la Luna?”.
Cinco S-IVB
Este es el objeto de mayor masa que reposa sobre la Luna. Y no hay uno, sino cinco S-IVB en la superficie lunar, los correspondientes a las misiones Apolo 13, 14, 15, 16, y 17.
Para que las naves Apolo llegaran a su destino fue necesario la construcción de este cohete, Saturno V, el más grande jamás construido por la NASA, que medía 110,64 m de altura.
El Saturno V lleno de combustible pesaba unas 2.700 toneladas en el momento del despegue y tenía tres etapas; S-IC,S-II y S-IVB. La última de ellas se activaba para enviar a la nave Apolo fuera de la órbita terrestre y ubicarla en camino a la Luna.
Seis módulos lunares
El módulo lunar es un vehículo espacial de dos etapas diseñado para el alunizaje durante el programa Apolo. Tenían dos módulos bien diferenciados, el módulo de descenso (como el de la imagen) y el de ascenso que iban unidos mediante cuatro pernos explosivos, actuando ambos como una astronave única.
De este modo, seis módulos de descenso reposan sobre la superficie mientras que seis fases de ascenso se estrellaron, de forma controlada o no, contra ella.
Fuente: Una breve historia
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