UN GOL RARO

Raro. Rarísimo. Aunque la flema inglesa brilló por su ausencia. Nadie se hinchó, nadie se infló de la bronca. Iban cinco minutos de juego nomás en el Stadium of Light, la casa de Sunderland, cuando todo ocurrió después de un centro atrás. Hubo testigos. Varios. Algunos conocidos: Javier Mascherano (quien ingresaría a falta de 17' por Spearing) y Emiliano Insúa. Raro. Rarísimo.

Llegó el centro de Steve Malbranque, la bola cruzó todo el área e ingresando por el carril izquierdo, se apareció Darren Bent, delantero de 25 años y, hasta ese momento, siete goles en la temporada de la Premier League. El moreno sacó el zapatazo y... La pelota se desvió en un globo rojo –no de cumpleaños, eh, un poquito más grande y más evidente también- que descansaba sobre la línea del área chica. La bocha se desvió hacia adentro (del arco) y el baloon se acomodó liviano junto a un palo. El arquero, Pepe Reina, nada dijo cuando el referee Michael Jones señaló hacia el medio de la cancha. Ningún defensor, ningún jugador del Liverpool tampoco lo hizo. El que calla otorga. Silencio. Un poquito por desconocimiento integral del reglamento. Otro, por lo infrecuente de la situación. Era detención del partido y pique. Bote a tierra... Pero...

A la larga, ganó el Sunderland. Y no fue un globo...
FUENTE: