Japón hace meses viene atravesando una situación crítica luego de un fenómeno natural que dejó grandes cantidades de pérdidas materiales y humanas, dejando secuelas muy importantes. Entre ellas, se destaca la de la planta nuclear de Fukushima, la cual está representando un gran problema al mencionado país.
Sin embargo, no es sólo el gobierno o las empresas privadas quienes demuestran su interés por solucionar el problema, sino que la misma población se está ofreciendo para ayudar y asumir las consecuencias que esto pueda tener sobre su propia salud.
Siendo más concretos, más de 200 ancianos mayores de 60 años se encuentran inscriptos en una especie de lista de voluntarios. En este listado, se anotan únicamente personas dispuestas a ingresar en la planta nuclear a realizar tareas de limpieza.
El argumento para esto es que, sabiendo que la mayoría de ellos tiene aproximadamente 70 años, por promedio, les restan 15 años de vida (el promedio en Japón es de 85 años), y en caso de exponerse a la radiación, el cáncer podría surgir 20 o 30 años después, por lo cual hay menor probabilidad de sufrirlo. De esta forma, estos hombres están dispuestos a arriesgar sus propias vidas con tal de ayudar a su país y no poner en riesgo la salud de sus jóvenes compatriotas.
Muchos los catalogan como kamikazes… nosotros preferimos decirles héroes.
Fuente: FayerWayer
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